sábado, 23 de marzo de 2019

El Lazarillo. 3º ESO

Pincha en el siguiente enlace para ver las diapositivas trabajadas en clase:

https://es.slideshare.net/crisjuba/el-lazarillo-137937071

Aquí tienes el vídeo que hemos visto en clase de El Lazarillo:

https://www.youtube.com/watch?v=aUl9JlBoKpc

En el siguiente enlace verás una parodia de El Lazarillo:

https://www.youtube.com/watch?v=X7vd5gpguZE


jueves, 14 de marzo de 2019

VALORACIÓN CRÍTICA DE LUCES DE BOHEMIA. 2ºBACH


Luces de bohemia fue publicada por primera vez en 1920 en revista, y en 1924 en forma de libro, con el añadido de tres escenas más (2, 6 y 11). Es el primer esperpento de Ramón Mª del Valle-Inclán, después de pasar por sucesivas etapas de teatro modernista (Marqués de Bradomín), mítico (Divinas palabras) y de farsa (Tablado de marionetas). Supone el intento innovador más importante del teatro español anterior a la Guerra Civil.

La obra recoge las últimas horas del escritor modernista ciego Max Estrella, y su recorrido nocturno por el Madrid de la época, que culmina con su muerte a las puertas de su casa. La obra se prolonga con tres última escenas posteriores a su muerte, a modo de epílogo. Aparecen varios motivos argumentales recurrentes a lo largo de la trama: la tentación del suicidio, la lucidez de los ciegos, la recuperación del décimo de lotería inicialmente devuelto, la falta de dinero, etc. y se desarrollan dos temas básicos: la vida bohemia de principios de siglo, y la realidad socio-política española de la época, presentada de forma muy crítica.

En torno a la bohemia se presentan tanto sus grandezas como sus miserias. Sus representantes se consideran automarginados del mundo burgués, sienten nostalgia por París, literaturizan la vida haciendo continuas referencias literarias, y sobrellevan la miseria como un rasgo de coherencia.

La situación socio-política constituye el fondo de la acción y se incorpora a la trama, especialmente en las tres escenas añadidas, que tienen el nexo común de la presencia del preso catalán. La historia, que se puede situar en el periodo de la segunda década del siglo XX (se hacen alusiones a la Semana Trágica, al gobierno de Maura…), se desarrolla en una época de manifestaciones, huelgas y revueltas populares. Valle Inclán ofrece una reflexión pesimista sobre España, en la que hasta las clases populares se ven denigradas.

En la obra intervienen más de cincuenta personajes. Algunos son reales, como Rubén Darío, o están inspirados en personajes reales, como el propio Max Estrella, inspirado en el escritor Alejandro Sawa, quien murió ciego, loco y en la pobreza. Casi todos están presentados como caricaturas o fantoches a los que se ha aplicado la deformación esperpéntica, incluso animalizados: sólo la madre del niño muerto, la prostituta joven y el preso anarquista están presentados con respeto cierta ternura.

Los más individualizados son el protagonista, Max Estrella, y su lazarillo Latino de Hispalis. El primero es caracterizado como una persona inteligente, con sentido del humor y que, dentro de su degradación, conserva cierto orgullo y lucidez. Es una especie de antihéroe: bohemio, borracho y ciego, consciente de sus contradicciones. Su lazarillo y supuesto amigo, don Latino de Hispalis, es cínico y desleal, irónico con sus iguales y sumiso con la autoridad. Al final, abandona a Max moribundo llevándose su cartera con el billete de lotería que luego resultará premiado.

La gran novedad de la obra radica en los aspectos formales, basada en la “deformación sistemática de la realidad” que anuncia Max al exponer la teoría del esperpento. Esta técnica se refleja en los contrastes entre lo trágico y lo cómico, entre las referencias míticas y las realidades más vulgares. Además, en el lenguaje se combinan los registros más diversos, desde el estilo pedante y cultista de los modernistas hasta el lenguaje popular madrileño, plagado de frases hechas, insultos, etc. Los diálogos son vivos, ágiles y expresivos.

Son especialmente relevantes las acotaciones, que tienen gran valor artístico. Se caracterizan por el estilo nominal, la adjetivación, la riqueza léxica y los recursos rítmicos. Muchas de sus indicaciones no son “teatralizables”. A lo que se añade que, a pesar de que la obra mantiene una unidad de tiempo, cuenta con una gran diversidad de espacios y ambientes. Esto hace que sea difícilmente representable.

En conclusión, es una obra que parte de la realidad histórica para recrearla estéticamente desde una perspectiva crítica, en la que se aprecia la influencia del arte expresionista. El personaje de Max constituye una gran creación que transmite la triste grandeza de las creaciones tragicómicas.

 

miércoles, 13 de marzo de 2019

TEXTO PARA COMENTAR. 2º BCH

¿Por qué no hicisteis nada para evitarlo? de José Luis Gallego

La del cambio climático está llamada a convertirse en una de las mayores traiciones de la historia de la humanidad. La de una generación, la nuestra, contra las que nos han de suceder. Estamos ante una cuestión moral más que ecológica pues sabemos a ciencia cierta que la gran factura del calentamiento global la pagarán las generaciones futuras. A mediados del siglo pasado ya sabíamos que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) estaban multiplicando su presencia en las capas altas de la atmósfera provocando el calentamiento global del clima de la Tierra. En 1988 la ONU creó el panel de expertos en cambio climático, el famoso IPCC, para seguir su evolución, evaluar las posibles consecuencias y proponer mecanismos de adaptación. En 1990 presentaron el primer informe, en el que detallaban sus modelos de proyección climática: los escenarios hacia los que nos dirigíamos. Ya teníamos la hoja de ruta del calentamiento global: sabíamos que estaba ocurriendo, que nosotros éramos los responsables y que nos conducía al desastre. Sin embargo, desde entonces no hemos hecho más que ir a peor. Las cumbres climáticas se han contado por fracasos. No hemos sido capaces de alcanzar ningún acuerdo ambicioso y vinculante para reducir las emisiones de gases invernadero. Y mientras tanto nos hemos convertido en la primera generación de humanos viviendo en una atmosfera con más de 400 partes por millón (ppm) de CO2 y aumentando. La situación es tan crítica que nuestro rango de prioridades ha cambiado. Ya no hablamos tanto de mitigación como de adaptación. Nuestro mayor afán es ahora contener el aumento de la temperatura media del planeta y que no se nos dispare por encima de los dos grados (uno y medio se propuso ingenuamente en París). Estamos en una nueva fase: la del sálvese quien pueda. El objetivo principal es que lo peor no nos ocurra a nosotros. Nuestro legado no puede ser más miserable. Agacharnos para esquivarla y que la pedrada de un cambio climático catastrófico le pegue en la frente a los que vengan detrás. Ésa es la cobarde estrategia que defiende la mayor parte de los actuales dirigentes políticos mundiales. Y esa va a ser la categoría moral con la que vamos a pasar a la historia, la que nos enfrentará a los reproches de quienes padecerán las consecuencias de nuestra inacción climática. Debemos prepararnos para responder, desde el sonrojo y la vergüenza, a la incómoda pregunta que nos harán cuando lo que sabemos suceda: ¿por qué no hicisteis nada para evitarlo?

Eldiario.es (https://www.eldiario.es/zonacritica/hicisteis-evitarlo_6_754934548.html) 29/03/2018

lunes, 11 de marzo de 2019

LA LITERATURA HISPANOAMERICANA. 2ºBCH

Pincha en el siguiente enlace para recuperar el documental sobre el BOOM DE LA LITERATURA HISPANOAMERICANA visto en clase:

https://www.youtube.com/watch?v=pDIV32ZPEgM

Pincha en el siguiente enlace para leer un artículo sobre Gabriel García Márquez en EL PAÍS:

https://elpais.com/cultura/2019/03/06/actualidad/1551888378_718292.html


Diez casos en los que los hombres borraron de la historia a las mujeres

Pincha en el siguiente enlace para leer el artículo de EL PAÍS sobre diez casos en los que los hombres borraron de la historia a las mujeres:

https://elpais.com/elpais/2019/02/28/icon/1551350254_896686.html

miércoles, 6 de marzo de 2019

LA NARRATIVA DESDE 1940 HASTA LOS AÑOS 70. 2ºBACH


LA NARRATIVA DESDE 1940 HASTA LOS AÑOS 70

La novela de los años 30 había tendido hacia la rehumanización y el compromiso social, tras abandonar la deshumanización de los años 20. En esta línea se encuentra la literatura de Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel, quienes al acabar la guerra marchan al exilio por su apoyo a la República. Su obra se realiza al margen de la literatura que se hace en España y, en general, tratan con insistencia sobre el tema de la guerra.
En España en 1939 el panorama cultural es desolador; muchos autores se han exiliado y la literatura se encuentra determinada por la presión de la censura, que impide que se pueda expresar una denuncia explícita.
En la década de 1940 destacan dos tendencias narrativas: la NOVELA EXISTENCIAL (lo existencial se convierte en uno de los temas fundamentales de la narrativa. Paralelamente a lo que ocurre en la poesía desarraigada, la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia marcan los motivos de parte de la novela de estos años) y el TREMENDISMO (las novelas reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición humana). De la primera tendencia destaca Nada (1944) de Carmen Laforet (Premio Nadal) y de la segunda, La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela:
En los años 50, España empieza a salir del aislamiento y se incorpora a algunos organismos internacionales, en la órbita de EEUU. El incipiente desarrollo del turismo y la industria trae cierta recuperación económica y cambios en los estilos de vida, como las migraciones de los campesinos hacia las ciudades, la difícil inserción de estas personas en los suburbios urbanos. Al mismo tiempo, los jóvenes que han vivido la guerra como niños o adolescentes empiezan a manifestar actitudes críticas respecto al poder y a la división social entre vencedores y vencidos. La colmena, de Cela (1951) es un precedente de la novela social. En ella aparece reflejada la sociedad de la inmediata posguerra.
Se observan en estos años dos grandes tendencias: por un lado, el neorrealismo, que se centra en los problemas del hombre como ser individual (la soledad, la frustración...). La representan Rafael Sánchez Ferlosio, con El Jarama (1956) y Carmen Martín Gaite con Entre visillos (1957). Y, por otro, la novela social (realismo social), que se centra en los problemas de los grupos sociales. Es representada por Jesús Fernández Santos, con Los bravos (1954), entre otros.
El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende llegar a un amplio público. Los contenidos testimoniales o críticos son más importantes.
Durante la década de los sesenta se detecta un cierto agotamiento del realismo social y una clara evolución hacia la experimentación y la renovación. Los escritores españoles se dejan influir por los autores europeos (Proust, Kafka, Joyce), norteamericanos (Faulkner, Dos Passos) o latinoamericanos (Vargas Llosa, Cortázar, García Márquez) y las novelas pasan a ser más complejas y experimentales. Estas novedades no afectan sólo al argumento o la estructura, también a la ortografía, ya que algunos autores suprimen los signos de puntuación, o los párrafos, y es frecuente que se mezclen los géneros. Ya no se pretende sólo denunciar la situación social, sino que también se persigue la búsqueda de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los continuos saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento. Dos novelas son consideradas los modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos y Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo.
Al llegar los años 70, el periodo predemocrático, surge una gran variedad de tendencias: novelas policíacas, de aventuras, de intriga, costumbristas, fantásticas, de amor, novela negra, etc. Los autores se centran más en la trama y la estructura de la novela es más simple y lineal, más tradicional, dejando atrás la experimentación de la década anterior. Entre los autores y obras más destacados están Juan Benet con Un viaje de invierno (1972); Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta (1975) o Juan Marsé con Si te dicen que caí (1973).